Dez Fafara y su banda vuelven a la carga con su sexto álbum de estudio para pasarnos por encima con sus riffs. He visto a DevilDriver una vez en directo, como teloneros de Machine Head y me acuerdo que Dez Fafara no hacía ni esfuerzo para soltar sus guturales. Aquí Dez no se queda corto, ni mucho menos, y vuelve a estar enorme; su banda no se queda atrás, con mención aparte para John Boecklin a las baquetas, que no deja títere con cabeza con su control del doble bombo.
La parte guitarrera corre a cargo de los también geniales Jeff Kendrick y Mike Spritzer que esta vez aunque no han dejado de lado la parte melódica creo que se han centrado más en construir riffs y así dejar respirar más a las canciones, sin saturarlas con tanto solo. Batería y guitarras se lucen, sonando en una simbiosis perfecta. Esta comunión se aprecia claramente en Ruthless, segundo tema, que abre con unos armónicos para dar a paso a un riff lento para alternar partes más rápidas con otras más lentas. Atención al doble bombo que mencionábamos.
Disco cañero, sin un momento de respiro, sólo alguna concesión melódica entre tanta tralla. Inspirándose en la melódica escuela sueca parece sacado Desperate Times o temas como The Appetite que podría estar influenciado por At The Gates. También algún guiño a Gojira puede apreciarse en el tema que da título al disco,por ese principio y ese solo con tapping de guitarra. En esta misma línea, suena Curses And Epitaphs, pero añadiendo unos arreglos de guitarras limpias como fondo a tanto vertiginoso ritmo de batería.
El groove de anteriores lanzamientos también está presente en canciones como Gutted, la parte rítmica recuerda a Machine Head y además las sucesiones de una parte a otra se suceden con total naturalidad, llenas de riffs plagadas de palm muting pesado. Carings Overkill suena épica, por esas partes algo más lentas, con guitarras un poco más suaves encajadas entre parte y parte, el riff principal es adictivo y se nos clavará en la cabeza.
El principio lento de Haunting Refrain no nos tiene que llevar a engaño porque desencadena en otra parte salvaje, también atentos al solo cargado de técnica e inspiración, que no siempre se trata de meter contra más notas mejor. Principio a lo Pantera es Tripping Over Tombstones, lo que viene después es una manera de jugar con los tempos y meter fills a diestro y siniestro de Boecklin. Quizás el último tema no me encaje muy bien en el resto del álbum, es la canción con más carga melódica, pero la voz de Dez no me llega a convencer, al igual que esos teclados de fondo. Por suerte por estar la última no llega a desentonar tanto como podría haberlo hecho.
No me puedo olvidar mencionar el bonus track Shudder, que cuenta con uno de los mejores riffs que he escuchado en mucho tiempo, técnico y pegadizo a partes iguales, con la dosis justa de ambas cualidades. Devildriver no se aún si habrá parido uno de los mejores álbumes del año, pero si es un álbum básico e imprescindible que todo metalero debería escuchar este año. Una banda que deja a la altura del betún a todos esos grupillos jóvenes y clónicos de metalcore. ¡Ah! ¡Otra cosa! ¿Para qué queremos de nuevo a Coal Chamber? Con discos de este calibre yo no los echo de menos.
-Lo mejor: Canciones potentes y demoledoras una tras otra sin apenas descanso.
-Lo peor: ¿Por qué algunos bonus tracks son a veces tan buenos?
NOTA: 8,6
Tracklist:
1.Oath Of The Abbyss (05:36)
2. Ruthless (04:09)
3. Desperate Times (04:10)
4.Winter Kills (04:55)
5. The Appetite (04:46)
6. Gutted (03:30)
7. Curses And Epitaphs (05:06)
8. Carings Overkill (04:33)
9. Haunting Refrain (05:01)
10. Tripping Over Tombstones (03:38)
11. Sail (04:06)
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