Nuevo proyecto de Joey Jordison, batería de Slipknot, acompañado de Henry Derek Bonner a las voces, Jed Simon y Kris Norris a las guitarras, Kyle Konkiel al bajo y Joey Blush en los teclados. Este es el segundo proyecto paralelo de Joey, después de Murderdolls y había curiosidad por donde irían los tiros con esta nueva aventura, ya que aquí Joey vuelve a encargarse de las baquetas.
El estilo de Scar The Martyr es una especie de NuMetal, pero adornado con algún solo de guitarra y algunos toques industriales, por algún efecto de electrónica y también por algunos ritmos. Hay una influencia de Fear Factory que se nota bastante y en menor medida también de los propios Slipknot. Vayamos a analizar por tanto el resultado obtenido.
Lo primero que llama la atención es esa baja afinación en las guitarras, que además de darle un resultado potente a la par que moderno en la parte rítmica, son las compañeras ideales para el doble bombo de Joey. El disco comienza con una intro, llamada como tal, una ambientación que podría incluirse en una escena de una película de terror. Dark Ages es por tanto el primer tema, después de esta intro, donde se aprecia ese sabor industrial y esos riffs sencillos pero efectivos. La siguiente, My Retribution, sigue por la misma senda, con un riff machacón adornado con algún solo, técnicos pero que no aportan nada de más a las canciones, ni están inspirados ni ayudan a, digamos, a subir el nivel. La voz del desconocido Henry es lo que se carga el disco, un registro gutural y otro más limpio que se hace cansino, una pesadez durante todas las canciones. A medida que la cosa avanza ya por la voz y por el abuso de la repetición de estribillos y los mismos esquemas durante todo el rato, todo se hace predecible y aburrido.
Las canciones acaban cayendo en los clichés más manidos del metal de corte moderno, claros ejemplos son Soul Disintegration, con un estribillo pesado, repetitivo y con un aire muy de radio fórmula, horrible en todos los sentidos. Más ejemplos de despropósitos son la duración de las canciones, bastante largas la mayoría, encima teniendo 14, la cosa se hace además de soporífera, todo un reto, primero terminar el álbum, y luego que den ganas de volver a escucharlo. La electrónica, otra cosa que echa para atrás, ( que conste que si está bien usada de manera innovadora me gusta, no reniego de ella por ser más metalero), Cruel Ocean, otro ejemplo de canción coñazo, edulcorada hasta el límite, sólo se salva un poco por el solo a dos guitarras. Es la típica canción estribillo, todo gira en torno a él, así que imaginad la de veces que nos lo recalcan.
Sinceramente, mejor dejemoslo aquí, el resto de las canciones siguen cayendo en los mismos errores y a partir del single, Blood Host ( que peca de duración ), nada se salva de la quema. Canciones simplonas, típicas, que no aportan nada nuevo a pesar de intentar sonar modernas y que se quedan en un constante quiero y no puedo. Joey, que la gira no dure mucho... y un consejo, mándale un WhatsApp a Corey y meteros ya con Slipknot, que ya va siendo hora.
- Lo mejor: Joey Jordison y su manera de tocar.
- Lo peor: El cantante y ese registro limpio y melódico.
NOTA: 4
Tracklist:
1. Intro (01:02)
2. Dark Ages (06:52)
3. My Retribution (04:08)
4. Soul Disintegration (05:52)
5. Cruel Ocean (05:03)
6. Blood Host (06:47)
7. Sign Of The Omeneye (00:43)
8. Anatomy Of Erinyes (06:12)
9. Prayer For Prey (06:09)
10. White Night In A Day Room (06:19)
11. Effigy Unborn (04:41)
12. Never Forgive Never Forget (05:44)
13. Mind's Eye (06:10)
14. Last Night On Earth (08:31)
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