Metal alternativo
Hay bandas que tienen a veces un estigma, el cual a veces es muy difícil deshacerse de él. El de los americanos Chevelle es que se parecen demasiado a Tool, la voz de Pete Loeffler se asemeja muchísimo a la de Manyar James Keenan y las guitarras son también parecidísimas, sobre todo cuando utilizan la técnica del palm muting y las dinámicas sobre las que se construyen los riffs. Sin embargo, podríamos decir que es todo lo que veremos si no le prestamos la suficiente atención a la banda. Ahondando más en el grupo podemos descubrir en él otros aspectos que hacen su música muy atractiva, el primero de ellos, es precisamente su cantante, Pete Loeffler, que se mueve como pez en el agua, una voz donde predomina su estilo melódico pero que también a la hora de desgarrar la voz no se queda para nada corto. Luego también el sonido del grupo tira más hacía una vertiente más alternativa y no progresiva como la de Tool, primeramente se nota en la duración de las canciones y sobre todo también a su vez en las guitarras, que cuando dejan los riffs cargados de palm muting nos descubren sonidos de distorsión muy interesantes.
Ouija Board comienza con unos misteriosos sonidos de platillos de batería inquietantes hasta que explotan unas guitarras agresivas, rasgando con fuerza las cuerdas y Pete nos demuestra la cantidad de registros que tiene su voz. La siguiente, An Island, nos vuelve a recordar (una vez más) a Tool, por esos riffs tan característicos que hemos nombrado al principio, pero que cuenta con una distorsión muy saturada en las guitarras, que las dota de un sonido casi industrial. Take Out The Gunman cuenta con un magnífico estribillo (aspecto que tampoco destaca en Tool), desde el punteo hasta el final nos encontramos con una magnífica parte muy cañera. Otra característica de este álbum que lo hace muy disfrutable es precisamente eso, es muy agresivo, con ciertos momentos muy puntuales, estrictamente melódicos.
One Ocean es ese momento melódico, un tema que no me gustó nada la primera vez que lo escuché porque me dio un tufo demasiado popero, pero que luego he ido cogiéndole el punto, hasta acabar disfrutándolo, sobre todo por esa cara distinta que aporta al sonido del disco, quizás con una pequeña influencia a post rock que no noté al principio. Choking Game nos devuelve tras el anterior paréntesis a ese sonido metalero de corte alternativo que cuenta con un gran final de canción muy intenso. Un punto por debajo al resto del disco encuentro a The Damned, por ser más melódica pero quedándose a medio camino y sin un sitio muy definido dentro del álbum. Como contrapunto luego tendremos Under The Knife, la más cañera de todas las que componen La Gárgola, por esas guitarras algo más lentas pero que rugen de distorsión.
El final llega con Twinge, el tema más calmado, que cierra a modo de despedida, algo repetitivo pero que no llega a cansar demasiado en un álbum que cuenta con un principio brutal, que nos va a dar caña hasta la mitad, para luego hacernos descansar y volvernos a vapulear hasta el final, donde nos lameremos las heridas solo al final.
Mención especial merece la parte rítmica de bajo y guitarra que suena poderosa y sirve de colchón a las guitarras, para que nos deleiten con esos riffs tan marcados, de corte más marciano (ya sabeis como quién) , y otros más originales, que suenan más al propio grupo. Un disco que se disfruta si le damos una oportunidad y nos quitamos los prejuicios de encima. No se si será su mejor álbum, los tienen muy buenos, pero muy cerca se le queda.
-Lo mejor: Una primera parte que no da tregua demostrándonos lo mejor del grupo.
-Lo peor: Que nos quedemos solo en la parte superficial de su sonido y no le demos una oportunidad.
NOTA: 8
Tracklist:
1. Ouija Board (04:18)
2. An Island (05:10)
3. Take Out The Gunman (04:21)
4. Jawbreaker (04:53)
5. Hunter Eats Hunter (05:45)
6. One Ocean (05:48)
7. Choking Game (05:19)
8. The Damned (04:12)
9. Under The Knife (03:56)
10. Twinge (04:38)
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