Rock progresivo
Steven Wilson es una mente inquieta, hiperactiva diría yo. Considerado por muchos como un genio de nuestro tiempo y aunque es verdad que esta afirmación tenga bastante validez, yo por mi parte he de decir que habría que aportarle ciertos matices. Si bien es verdad que con Porcupine Tree haya editado auténticas maravillas (Fear Of A Blank Planet por ejemplo) al igual que con Blackfield (I y II son discazos ambos), y considerando que con su proyecto No-Man no me he atrevido; en su carrera en solitario Steven no me ha cautivado siempre de igual manera.
Insurgentes, el debut en solitario de Steven poseía cierto halo de oscuridad y experimentación que se desmarcaba totalmente de Porcupine Tree y hacía de este un disco misterioso pero cautivador a partes iguales. Grace For Drowning para mí fue demasiado inaccesible, largo y muy difícil de entender. Lo intenté pero no logré apreciar lo que el señor Wilson quería transmitir con él. Luego vino The Raven That Refused To Sing y me cogió totalmente con el pie cambiado y desprevenido, pues Wilson volvía de nuevo al rock progresivo rindiendo tributo a los grupos clásicos del género. ¿Me gustó? Si, pero no me llegó a entusiasmar tampoco. Así que con esta nueva entrega ya no sabía que esperarme... y que grata sorpresa me he llevado.
Si hay una palabra que defina este disco es emoción. Suena cursi, no lo voy a negar pero es que Hand.Cannot.Erase nos hace tener este sentimiento durante todo el disco. Porque es un disco que tiene que ser disfrutado de principio a fin, solo en su totalidad este nos transmitirá esa sensación. Hay canciones que funcionan bien por si solas, por ejemplo el tema que da nombre al álbum, pero esto solo sería quedarse en la superficie y no entender el todo.
La emoción nos llegará a través de la melancolía narrando la historia de Joyce Carol Vincent que falleció en su casa de Londres sin que nadie la echara de menos y encontrando la policía su cadaver 3 años después de su muerte. Una historia contada a través de la música del Sr. Wilson que esta vez repite formación con los mismos geniales músicos de The Raven That Refused To Sing. La música esta vez es en cierta manera parecida al anterior disco, en cuanto a que bebe del rock progresivo pero diría que de corte más actual.
A lo largo del disco encuentro influencias de su propia banda, Porcupine Tree, más que nunca, con incluso algún momento metalero. Hay partes que me suenan a los últimos Opeth, por las guitarras acústicas y los teclados y esos solos inspiradísimos y virtuosos; e incluso a Anathema en la partes en las que canta Ninet Tayeb y los arreglos electrónicos.
Una maravilla de disco, por eso no hablaré de canciones sino de la emoción que esta vez sí Steven Wilson me ha hecho capaz de sentir. Un disco que es la banda sonora de una historia que tenía que ser contada con un lenguaje nuevo, el de la música.
-Lo mejor: Me ha encantado que Steven se haya vuelto a acordar del metal.
-Lo peor: Que no se encuentra nada malo ni aunque lo busque.
NOTA: 9
Tracklist:
1. First Regret (02:01)
2. 3 Years Older (10:18)
3. Hand Cannot Erase (04:13)
4. Perfect Life (04:43)
5. Routine (08:58)
6. Home Invasion (06:24)
7. Regret #9 (05:00)
8. Transience (02:43)
9. Ancestral (13:30)
10. Happy Returns (06:00)
11. Ascendant Here On... (01:54)
Probablemente el disco del año, una verdadera obra maestra moderna. Y si, lo mejor que ha hecho casi en su carrera.
ResponderEliminarSaludos!
Esteban
http://politomusica.blogspot.com
Suena muy bien. Me encantó el tema. Un saludo Salva desde Canarias y felicidades por este blog. Gran trabajo.
ResponderEliminarJorge Pérez.