Los últimos discos de Megadeth no me han llamado demasiado la atención, algunos tenían buenos temas,caso de United Abominations o Endgame, pero nunca me terminaron de enganchar como sus obras clásicas. A pesar de todo he de reconocer que eran discos que tenían mucho de lo que siempre nos había gustado de la banda, con temas rápidos, bastante potentes y con una gran calidad instrumental. Hay grupos y más a estas alturas de la película, que no deberían aventurarse a experimentar, no vienen mal algunos cambios, pero todos tenemos más o menos claro como queremos que Megadeth suene.
Todos recordamos su fallido experimento Risk que intentó jugar con otros sonidos y le llovieron palos por todos lados. Pero como Mustaine es el amo y señor de la banda y hace lo que le da la gana, ha vuelto a intentar ampliar miras con el sonido de Megadeth. Cuando Megadeth suena Thrash mola, pero cuando Megadeth suena Hard Rock la cosa pega un bajón, así podría resumirse lo que nos vamos a encontrar en este disco.
Kingmaker es el tema más decente del disco, y aún así suena a una copia barata de tiempos mejores. Super Collider, el tema homónimo del álbum fue el primer adelanto de lo que íbamos a encontrarnos y los malos presagios se ven cumplidos. Un tema insulso, carente de fuerza, con unas guitarras rítmicas cansadas y donde los solos de Broderick son lo único que merecen un poco de atención. El disco está plagado de ellos, tanto que me saturan de tantos que hay, muchos solos que no aportan nada a las canciones, repletos de técnica pero carentes de sentimiento. Burn!, la tercera canción posee un horrible estribillo rockero que no le pega nada a Mustaine (vergüenza ajena da escuchar eso de "burn baby burn..."). Tampoco el riff cabalgante a medio camino del Thrash aporta algo de dignidad.
Pero lo peor lo encontramos en la voz de Mustaine, más cascada que nunca, es sin duda el disco que peor canta, con un registro más grave de lo habitual. Como ejemplo solo basta con escuchar Built For War donde Mustaine parece que ahogara. Una canción que salva un poco los muebles es Dance In The Rain, con un buen riff melódico y donde canta David Draiman,cantante de Disturbed, en la parte más cañera de todo el redondo, con un doble bombo muy veloz y unas guitarras thrashers.
The Blackest Crow comienza con un banjo que dentro de lo cabe no arruina demasiado la canción y le da un toque algo oscuro. Mezclando rock y metal, está Don´t Turn Your Back, que no estaría mal sino fuera por ese pobre estribillo. El disco termina con una versión de Thin Lizzy (Cold Sweat) que sigue ahondando en la vertiente rockera de Megadeth pero que debería haberse quedado más como cara-b o bonus track que como un tema en toda regla.
Un disco para escuchar un par de veces y no darle más importancia, porque si se la damos seguro que acabaremos cabreados con él. De la ya larga discografía de Megadeth seguro que este estará entre los discos menores del grupo, aquellos de índole mediocre.
-Lo mejor: Algún detalle en las guitarras.
-Lo peor: La voz de Mustaine está peor de lo que nos temíamos y los solos de Broderick cansan.
NOTA: 5,5
Tracklist:
1. Kingmaker (04:16)
2. Super Collider (04:12)
3. Burn! (04:11)
4. Built For War (03:57)
5. Off The Edge (04:11)
6. Dance In The Rain (04:46)
7. Beginning Of Sorrow (03:51)
8. The Blackest Crow (04:28)
9. Forget To Remember (04:28)
10. Don´t Turn Your Back... (03:47)
11. Cold Sweat (03:10)
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