Ozzy Osbourne, Tony Iommi y Geezer Butler regresan junto a Brad Wilk (batería de Rage Against The Machine) que sustituye a Bill Ward, el único miembro original que se queda fuera de esta ansiada reunión por su lamentable estado de forma. A Rick Rubin vamos a tener que darle el premio al productor que se encarga de darle un soplo de aire fresco a esos viejos dinosaurios que se encuentran perdidos y sin rumbo, como fue el caso de Metallica y como lo es ahora con Black Sabbath. Se cuenta que el productor les hizo fijarse en los primeros discos de Black Sabbath y que pensaran que era lo que antes les hacía sonar así y que hicieran lo mismo para este disco (¿esto no os suena haberlo escuchado ya?).
El caso es que el disco suena muy bien y tiene ese sabor a los Black Sabbath de los primeros discos, End Of The Beginning comienza con esos riffs lentos de Iommi que tanto han servido de influencia a géneros como el doom, pero también cuenta con otros más rápidos que suenan poderosos y heavies. Por Iommi parece no haber pasado el tiempo y uno se da cuenta porque es el maestro de la guitarra en el heavy metal. God Is Dead? es el largamente esperado anticipo con ese arpegio oscuro y lento del genio de las seis cuerdas, pero donde también destaca el pesado y potente bajo de Butler. Estas dos primeras canciones son largas, de más de ocho minutos, que suenan 100% a Black Sabbath pero creo que les sobran minutos y no repetir tanto algunas partes.
Loner suena más rockera con un riff que se nos marca en la memoría a fuego. Brad Wilk hace aquí un estupendo trabajo destacando en los cambios de ritmo y es que Rick Rubin tomó una decisión más que acertada al pensar en el puesto de batería para él. ¿Y que hay de Ozzy? Pues hace un trabajo más que digno y por lo menos su voz en estudio no es tan lamentable como cuando le oímos actuar sobre los escenarios, está claro que no es el de antaño y tantísimos excesos pasan factura pero por los menos nos recuerda a tiempos mejores.
Con Zeitgeist cogemos algo de aire entre tanta potencia, un rema acústico y con percusión que suena a autoplagio de Planet Caravan, es que no hace falta ni decir en que canción se basaron para escribirla. Tiene un aire oscuro con un efecto en la voz de Ozzy que también aporta al conjunto ese toque ocultista de sus primeros albumes. Iommi sigue demostrando que en esto de crear riffs es un maestro y nos lo demuestra en Age Of Reason con esa mezcla de blues rock y metal, tanto en las melodía como en las partes más rítmicas.
Live Forever alterna partes más rápidas con otras más lentas y pausadas, ahondando en la potencia de las guitarras y en la profundidad del bajo de Butler. Las dos últimas canciones son Damaged Soul y Dear Father, dos muy largas también, sobre todo la primera que creo que también le sobran minutos; la última posee un gran estribillo que le va como anillo al dedo a la manera de cantar de Ozzy, aquí ese toque doom en las guitarras también se deja sentir.
Y todo termina como empezó, con unas campanas mientras escuchamos lluvia y truenos, se cierra el círculo y todos nos preguntamos si este será el último álbum de la banda. Todo apunta a que sí por múltiples razones: el cancer que padece Iommi, por la edad de sus integrantes, por lo que ha costado que se unieran para hacer este disco, etc.
-Lo mejor: Cuando pensamos en Black Sabbath pensamos en esto.
-Lo peor: A alguna canción le sobran minutos.
NOTA: 7,5
Tracklist:
1. End Of The Beginning (08:06)
2. God Is Dead? (08:52)
3. Loner (04:59)
4. Zeitgeist (04:38)
5. Age Of Reason (07:01)
6. Live Forever (04:47)
7. Damaged Soul (07:51)
8. Dear Father (07:21)
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