Estilo: Groove Metal
Tras un disco algo mediocre por parte de Max, ahora es el turno de su ex banda. Sepultura desde la marcha de Max no ha levantado cabeza, aunque el bueno de Andreas bien que lo ha intentado, con la incorporación de Derrick Green a las voces y dando un cambio a la música, más orientada al hardcore. Sin embargo los discos de la etapa post Max han sido en general bastante mediocres, con algunos momentos interesantes pero muy lejos de la época dorada del grupo.
El disco comienza bien, muy bien diría yo, y es que Trauma Of War es un tema veloz, rápido, con un gran trabajo rítmico y un Andreas muy inspirado en los riffs. The Vatican tampoco baja el listón, sino que lo supera, el mejor tema de todo el disco, donde Andras vuelve a estar magnífico a las 6 cuerdas demostrando que quien tuvo retuvo. Un Andreas que mira que pone empeño por demostrarnos que Sepultura es una banda que mira hacia delante y no le hace falta reuniones que miren al pasado... quizás si es verdad, pero la decadencia del grupo empieza a ser evidente y tras mucho pensarlo hay un único culpable, por lo menos esta vez.
Este culpable en nombre y apellidos se llama Derrick Green, aquí más deslucido que nunca, además la producción del disco tampoco ayuda, los instrumentos tapan a la voz y el único registro con el cuenta Derrick, o sea, la voz gutural, queda escondida. El disco instrumentalmente es bastante notable pero el Sr Green se carga las composiciones. Siempre me he preguntado que habrán visto cuando pensaron en él como sustituto de Max. Bueno, aún así, hay algunos temas que cumplen bastante bien, como Impending Doom, donde Andreas Kisser se saca de la manga un riff curradisimo, la velocidad baja un poco y es una canción con partes más lentas y pesadas. Con influencias Death, está Manipulation Of Tragedy, por el sonido de las guitarras y por el ritmo de batería.
Hasta aquí el disco se disfruta, pero poco a poco empieza a caer en la monotonía, ya sabemos quien es el que contribuye a que esto ocurra, y canciones comon Tsunami por ejemplo se hace repetitiva y llena de riffs simplones. Grief es otra canción de las que se le ocurre a Sepultura (o a Andreas) y que nunca deberían haber compuesto, lenta, aburrida y que estamos deseando que termine, por esas guitarras limpias y ese estribillo que suena una y otra vez.
La labor de Andreas estos años ha sido también irregular, a pesar de ser un grandísimo guitarrista, parece que no da con el sonido que quiere, en cada álbum de Sepultura la guitarra suena de una manera y aunque ha parido riffs muy buenos, creo que su parte solista está de capa caída. Una excepción en el álbum sería The Age Of Atheist pero más por el sonido que por su parte técnica.
Para terminar decir que tan largo título para el disco es una frase de la mítica película de cine mudo Metrópolis, a pesar de que en el sonido del disco no hay nada que nos haga recordar a ella. Sepultura vuelven con un disco irregular, con algunos momentos brillantes pero con un resultado general pobre.
- Lo mejor: Algun momento espectacular de Andreas Kisser a la guitarra.
- Lo peor: Derrick Green hace una labor lamentable.
NOTA: 6
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