3 años les ha costado a Vortice sacar nuevo disco después del genial Zombie, disco de puro Math Metal, que quizá era precisamente ese su mayor defecto y virtud, a pesar de ser un disco muy potente de complejas estructuras, pecaba un poco de lineal y de no salirse en ningún momento de los límites que marca el estilo. El futuro de la banda también ha sido incierto estos años tras la marcha de su anterior vocalista e incluso se plantearon tirar la toalla en alguna ocasión.
Por tanto tras este periodo incierto, el grupo incorpora a Alex Misas al micro y a Florian Schartner que se encarga de la guitarra, programación y teclados; que se unen a los fundadores Alex Fernández al bajo, Llorenç Puig a la batería y Pere Sánchez a la guitarra. Las dos nuevas incorporaciones renuevan totalmente el sonido de la banda y vamos a encontrar muchísimos cambios en este disco respecto al anterior.
Alex Misas es el primer cambio que notamos desde los primeros minutos que comienza el disco, su voz está llena de nuevos registros, pasando de graves a rasgados con una facilidad pasmosa e incluso con algunas partes más limpias y melódicas. Estas últimas son las que menos me han convencido, creo que suenan algo forzadas y no han quedado tan bien integradas con la instrumentación. Aún así suenan nuevos y se salen del estilo tan encorsetado que practicaban antes, en este disco el sonido está más orientado a un metal de carácter más progresivo y no al Math metal o Djent que practicaban antes.
Las guitarras también han ganado en Groove y en carga melódica, un claro ejemplo es Unmoving In Motion, lleno de esos riffs con guitarras de 8 cuerdas tan reconocibles que sin perder contundencia han ganado como decíamos en melodía. El otro aspecto diferenciador de este disco con respecto a los anteriores son las programaciones y los arreglos electrónicos, sutiles en algunos casos como en el segundo tema Inputs o más protagonistas como en What Everyone Says. Sin embargo el tema más distinto del disco es The Spaceship Destroyer Of Mankind, compuesto en su totalidad por Florian y de componente electrónico en su totalidad, que sirve de contrapunto al metal que escuchamos durante todo el disco, el tema más distinto que han hecho nunca, que sorprende cuando nos topamos con él por primera vez.
Algunas canciones me han traído a la memoria influencias de grupos como Cynyc, como en el caso del tema Before The Blast por las partes solistas de guitarra; o Gojira en Trascending The Right Things también por las guitarras y la técnica usada. La caña está muy presente sin embargo en todo el disco y aunque todas la canciones han ganado mayor peso melódico, los riffs sincopados a guitarras de 8 cuerdas no brillan ni mucho menos por su ausencia, sino que las partes rítmicas están regidas por ellos.
La nueva obra de Vortice está trabajadísima, sus miembros se han dejado la piel para sorprendernos y sonar distintos, no sólo en comparación con ellos mismos en el pasado sino con tantas otras bandas del estilo (ya sabéis a que suecos me refiero). El nivel de bandas metaleras actualmente en nuestro país creo que pasa por su mejor estado de forma, sin nada que envidiar a muchos grupos extranjeros, creo que nunca habíamos tenido tantos grupos a tan alto nivel como ahora. Vortice aunque aún sea pronto debido al giro que han dado y más teniendo en cuenta como desarrollarán su nuevo sonido, está claro que es de las bandas más prometedoras de aquí.
-Lo mejor: El gran salto de calidad y distinción que han dado con las dos nuevas incorporaciones.
-Lo peor: Las voces limpias no han quedado tan bien.
NOTA: 8
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