De la nueva ola de grupos de Thrash Metal los más prometedores siempre me habían parecido Evile y Warbringer (sin perder nunca de vista a Angelus Apatrida por supuesto). Además da la casualidad que cuando uno sacaba nuevo álbum el otro lo sacaba el mismo año. Pero ambas jóvenes promesas ya están madurando y la calidad compositiva de ambos está llegando a niveles muy altos, creo que sino se desinflan o tienen problemas internos ambas pueden aún dar mucho de que hablar, bueno Evile ya los tuvo con la pérdida de su bajista pero parece haberse repuesto de tan duro golpe. Siempre había visto a Evile por delante, más después del discazo que se han marcado este año, me gustaba más su propuesta, pero llega ahora Warbringer con este album y me deja desconcertado...
Creo que estamos ante el mejor álbum de Thrash Metal de todo este resurgimiento que hemos tenido del estilo en los últimos años. La producción es austera y retro, dando esa sensación de banda de Thrash de los 90, pero aún así cada instrumento se escucha nítidamente, incluso el bajo, que no tiende a sobresalir demasiado en este estilo. Todos los miembros están en estado de gracia, desde el batería y esos ritmos que van desde blastbeats hasta ritmos más pausados; pasando por el bajo y esas líneas casi solistas que escuchamos mejor cuando las guitarras se calman y terminando por las guitarras y esos miles de riffs y partes melódicas dobladas. Mención aparte merece John Kevill que está genial a las voces a pesar de su registro algo limitado pero que no es problema para dotar a las canciones de esa actitud violenta y agresiva del Thrash.
Metiéndonos de llenos en el disco, destacar que la banda no ha dejado de pisar el acelerador y la velocidad no ha bajado, lo que si destaca es mayor componente melódico y mayor técnica, pero sin rizar el rizo, como a veces hacen muchas bandas que meten mil notas en un riff. Horizon es la primera canción que empieza lenta para de repente entrar a toda velocidad y donde notamos el mayor componente melódico del que hablabamos. The Turning Of Gears sigue veloz en sus guitarras adornando el tema de buenos riffs.
De influencia más punk e incluso hardcore por momentos, tenemos One Dimension, con un estribillo melódico, que casi más se intuye, pero que les ha quedado genial y diferente. Teniendo a la banda en un estado de forma sobresaliente se atreven con todo,como las guitarras casi black metaleras de Hunter-Seeker. Influencias de los grandes maestros nos recuerdan las melodías dobladas de Black Sun, Black Moon, que me trae a la memoria los solos a dos guitarras de los últimos Machine Head.
También casi progresiva suena la banda debido a la enorme técnica demostrada en canciones como Dying Light, la inclusión de esas guitarras limpias que suenan por encima de las distorsionadas. Leviathan también tiene este tipo de guitarras, con una introducción más lenta de la que nos tienen acostumbrado y con unos armónicos de guitarra espectaculares. Si queremos la tralla de antaño hay que recurrir a canciones como Iron City, tremendamente adictiva que suena a Metallica en Kill'em All o a Off With Their Heads! que también acelera de lo lindo.
Estamos pues como decía ante un discazo, donde cada canción tiene algo que decir, con una técnica instrumental que echa para atrás y donde no hay tregua desde el principio al final. De escucha obligada para todo amante del género, incluso para todo aquel que no esté habituado a los nuevos sonidos, ya que aquí todo evoca a rendir tributo a las grandes bandas clásicas de este subestilo: Metallica, Megadeth, Slayer, Anthrax, Exodus,Testament, etc.
- Lo mejor: Un disco que recuerda a los mejores tiempos del Thrash.
- Lo peor: La cutre-portada.
NOTA: 9
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