Death metal melódico
Tras el anuncio por sorpresa de la marcha de Angela Gossow, se anunciaba casi de inmediato su sustituta, Alissa White-Gluz, vocalista de The Agonist. Angela se queda como mánager de la banda, puesto que ya ocupaba mientras era vocalista. Además de este cambio tan importante, también hay que sumarle la marcha de Christopher Ammott, sustituido a su vez por Nick Cordle a las guitarra. Por tanto, había ganas por saber si la banda se resentiría o dichos cambios serían para mejor. Su anterior disco, Khaos Legions, sin estar mal si dejaba ver a una banda que iba a piñón fijo, sin cambiar de marcha.
War Eternal supone todo un soplo de aire fresco y espíritu renovado para el grupo. Es un disco más cañero que Khaos Legions, sobre todo por los riffs, que son más veloces y elaborados, sin abandonar su corte melódico, con mucho sabor a la escuela sueca. Alissa está esplendida a las voces, suena potente y desgarrada, es la sustituta perfecta de Angela (amigas, ella la recomendó al grupo), los que esperaran su registro más melódico aquí no lo encontrarán. Tampoco hay que temer nada en el aspecto solista y melódico a las guitarras, los punteos suenan extremadamente técnicos y los arreglos están por todas partes, eso sí, suenan más al servicio de la canción, sin saturar y más inspirados que en Khaos Legions.
War Eternal se nos presenta con una intro orquestal y unos coros femeninos para desembocar en Never Forgive, Never Forget, con esas melodías a dos guitarras tan reconocibles. La rabia de Alissa se nos presenta por primera vez y vemos que se ha acoplado perfectamente al grupo. Quizás donde más acertada he notado a Alissa es en los estribillos, se amolda mejor a ellos que Angela, como claros ejemplos de esto tenemos a As The Pages Burn y No More Regrets rápidas en los versos y más pausados en los estribillos.
También los riffs son más cañeros, después de orientarse más a la melodía con el anterior disco, este suena más cañero y death metalero, eso sí la melodía nunca nos abandona como es evidente, impresiona por ejemplo el riff de Down To Nothing, tocado a mil por hora con una complejidad altísima.Y hablando de
melodías por otra parte esta alcanza su mayor cota de inspiración en el interludio Graveyard Of Dreams, no podía olvidarme de destacar las armonías que consiguen en su parte final, me pone los pelos como escarpias cada vez que la oigo.
Además el disco introduce alguna novedad, como es el caso de orquestaciones en algunas canciones, como en Avalanche que también aporta a que las canciones suenen más épicas, más grandilocuentes. Creo que es el disco de Arch Enemy que más estoy disfrutando, el cambio que han tenido en sus filas les ha sentado de maravilla, ahora toca ver como defiende Alissa las canciones en directo y si es capaz de sustituir o superar la fuerza que tenía Angela en el escenario.
-Lo mejor: Que la marcha de Angela les ha sentado hasta bien.
-Lo peor: ¿Algún intento melódico en la voz por parte de Alissa que tal hubiera quedado?
NOTA: 8,5
Tracklist:
1. Tempore Nihil Sanat (Prelude In F Minor) (01:12)
2. Never Forgive, Never Forget (03:44)
3. War Eternal (04:16)
4. As The Pages Burn (04:01)
5. No More Regrets (04:06)
6. You Will Know My Name (04:37)
7. Graveyard Of Dreams (01:10)
8. Stolen Life (02:59)
9. Time Is Black (05:24)
10. On And On (04:05)
11. Avalanche (04:39)
12. Down To Nothing (03:48)
13. Not Long For This World (03:29)
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