Metalcore
Trás un genial Atlas, anterior álbum de la banda, que aunque sonaba potente y con muy buenos momentos, ya se empezaba a notar cierto agotamiento en la fórmula. Por tanto no es de extrañar que en este disco nos encontremos muchos cambios, cambios que parecían no augurar nada bueno, y que parecía que la banda se moviera hacía un sonido más accesible, pero esa sensación se va diluyendo a medida que avanza el disco.
Destroyer y esos coros que aparecerán en muchas ocasiones, nos muestra una canción de carácter reindivicativo, melódica pero potente a la vez y donde ya se nota cierto cambio en la voz de Winston McCall, menos gutural que en otras ocasiones para abrirse a otros registros y donde hace una de sus mejores interpretaciones. Un rodillo es sin embargo Dying To Believe, cañera, esta vez sin concesión a la melodía y recordando a sus inicios, riffs potentes y que se nos quedan a fuego grabados.
Vice Grip ya fue la carta de presentación que parecía hacer temer lo peor con cierto aire nu-metal, pero que sin embargo en el contexto del disco encaja a la perfección. Hay muchos momentos que me recuerdan a Machine Head y más concretamente en la forma de cantar de Robb Flynn, un claro ejemplo es Crushed, por esa rabia contenida que luego explota en una especie de rap muy al estilo de la época de The Burning Red. Pero que queréis que os diga, la he disfrutado y mucho, ya que supone un soplo de aire fresco al sonido de Parkway Drive y no desentona para nada con el sonido moderno del grupo.
Writing On The Wall es un himno que invita a la lucha, también más melódica y con arreglos que han quedado de maravilla, con los instrumentos de cuerda al principio y esas bonitas notas de piano al final. Otras canciones más estandar, más típicas que es lo que se espera de ellos podría ser Bottom Feeder, pero incluso así, suena adictiva. Me encanta sobre todo como dejan respirar a los riffs, cuando es el momento que estos han de adquirir protagonismo y todos los instrumentos se vuelcan en ello. Ya lo hacían en Atlas y aquí lo siguen haciendo de lujo.
A veces Slipknot también me ha venido a la cabeza a medida que escuchaba el disco, como en The Sound Of Violence, por eso quizás esa mayor influencia esta vez del nu-metal (no en sí malo como ya dije). Destacable de nuevo el pedazo de final totalmente rompecuellos del ritmo que cierra la canción. Esos breakdowns aplastantes de antaño ya no están tan presentes, pero Dedicated nos guarda uno para cerrar la canción para que nuestro cuello vuelva a sufrir.
Para terminar el disco unas geniales líneas de guitarra española, que la verdad me han sorprendido porque les tomaba por unos guitarristas más cañeros y no tan técnicos, ya no solo por esta canción, sino también por todos los solos y melodías que hay en el álbum, que me han servido para darme cuenta que no hay que subestimar a Luke y Jeff.
Con este disco Parkway Drive no solo demuestran que son un grupo que sabe explorar otros caminos sino que el trono del Metalcore es suyo. Estamos ante el mejor grupo del estilo sin lugar a dudas, no solo por haber construido los pilares del estilo sino por desarrollarlo para llevarlo más allá y enriquecerlo, cosa que a estas alturas ya es mucho.
- Lo mejor: Lo desenvuelta que se muestra la banda para hacer lo que ha querido.
- Lo peor: No darles una oportunidad por el estilo de música.
NOTA: 8,75
Tracklist:
1. Destroyer (05:02)
2. Dying To Believe (03:12)
3. Vice Grip (04:23)
4. Crushed (04:36)
5. Fractures (05:32)
6. Writings On The Wall (04:23)
7. Bottom Feeder (04:20)
8. The Sound Of Violence (03:24)
9.Vicious (04:20)
10. Dedicated (03:22)
11. A Deathless Song (05:54)
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